El Milagro de Islandia.

Hoy comenzamos el ciclo de historias sobre selecciones que participarán en la Copa Mundial de Rusia 2018. Un espacio que busca dimensionar aspectos tácticos, historias de los equipos o simplemente relatos simpáticos sobre los distintos equipos.

Y que más representativo para comenzar que Islandia.

La selección de Islandia ha vuelto a sorprender al mundo al conseguir clasificarse para su primera fase final de un Campeonato del Mundo. Tras su brillante Eurocopa de 2016, los escandinavos debutarán en la mayor cita futbolística del planeta.

Los goles de Gylfi Sigurdsson y Johann Gudmundsson les valieron para acabar a Kosovo y certificar su clasificación tras un partido donde los nervios les impidieron realizar un juego vistoso. Sin embargo, el partido ante el conjunto bálcanico fue algo más que un partido. Fue el culmen de una idea. El éxtasis. La meta de un duro trabajo que comenzó hace muchos años.

Podríamos retroceder hasta finales de la década de los noventa y principios del siglo XXI, cuando en Islandia comenzaron a aparecer campos de fútbol cubiertos que hicieron que los islandeses pudieran jugar a fútbol durante todo el año.

El invierno islandés está marcado por unas condiciones meteorológicas terribles que impiden la práctica del fútbol (y casi cualquier otra actividad) al aire libre. Por ello los campos cubiertos. Este fue el primer paso pero no el único. Mientras esto ocurría, la Federación Islandesa desarrolló un programa con el que formar entrenadores de élite para que pudieran preparar a las bases.

 Esta mejora permitió que sus jugadores obtuvieran mayor disciplina táctica. También mejoraron su técnica. Y los resultados, en categorías inferiores y en féminas, no se hicieron esperar.

La selección absoluta tuvo un camino algo más largo. Obvio, el plan a desarrollar era a largo plazo no a corto ni medio plazo.

Y en los inicios de ese camino llegó la fría noche del 17 de octubre de 2007 en el Rheinpark Stadion de Vaduz. En plena fase de clasificación para la Eurocopa de 2008, los islandeses cayeron con estrépito ante la débil Liechtenstein (3-0). Fue uno de los momentos más complicados para el cuadro escandinavo.
 Lejos de hundirse, los nórdicos mantuvieron su forma de trabajo y siguieron cosechando resultados positivos en categorías inferiores y en fútbol femenino mientras la selección absoluta se consolidaba como una de las peores selecciones del continente.

En 2012, Islandia alcanzó el puesto 131 del ránking FIFA, su peor clasificación histórica. Mientras tanto, en 2011 su selección sub 21 consiguió clasificarse para la Eurocopa de la categoría. El trabajo iba creciendo.

Islandia siempre supo que su futuro estaba en la base y no en la selección absoluta y por ello se volcaron con los jóvenes. La clasificación a la Eurocopa sub 21 de 2011 fue el primer gran éxito.

Como era de esperar cuando los jugadores que habían formado parte de aquel equipo fueron llamados para la selección absoluta los resultados no tardaron en aparecer. Si en 2012 la selección de Islandia había firmado su peor ránking FIFA. en 2013 disputó el play-off de clasificación para el Mundial de Brasil.
Solamente la Croacia de Rakitić y Modric privó a los escandinavos de estar en su primera cita. Islandia mantuvo un nivel competitivo óptimo y consiguió clasificarse para la Eurocopa de Francia del pasado año. Lo hizo compartiendo grupo con la República Checa, Turquía y Holanda.

La cita en tierras galas relanzó a Islandia. Aquel partido ante Inglaterra que le metió en los cuartos de final la llevó a las portadas de los principales diarios deportivos de todo el planeta.
 Fue, indudablemente, su gran momento. Muchos, de esos que no saben de donde ha salido Islandia, no dudaron en desprestigiar sus victorias y en minimizar sus éxitos.

Insinuaron que era flor de un día y que los islandeses no iban a volver por sus fueros. Y unos meses después, Islandia se ha clasificado para el Mundial. Y lo ha hecho de forma directa. Lo ha conseguido antes que equipos de solera y tradición como Argentina, Italia o Croacia.

Por si esto no bastara, las categorías inferiores de Islandia siguen trabajando en el futuro. Su selección sub 21 firmó un buen papel en la fase de clasificación a la Eurocopa de 2017.

Finalizaron en tercera posición en su grupo por detrás de Macedonia y Francia, a los que doblegaron en suelo islandés (3-0 y 3-2 respectivamente). Es complicado saber si Islandia tendrá un futuro brillante o si morirá de éxito.

 Lo único cierto es que Islandia, ese equipo que hace diez años era vapuleado por Liechtenstein, estará en el Mundial de Rusia en pocos meses.


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