"No te vayas capitán"

El fútbol, compromiso y calidad. Iniesta representa todo eso y más. Segundo tiempo en Madrid. 3-0 y un partido de aquellos. Después ya sólo quedaba alargar la fiesta culé. El cuarto gol fue un estruendo, una de esas jugadas que dan para la apoteosis. Enlazaron Suárez, Iniesta y Messi y el albaceteño sentó a David Soria con un amago y se abrió la puerta grande con su gol, única asignaturta de notable en una carrera llea de matrículas de honor. Era su final y la ha aprovechado. Iniesta es muy grande. Nunca habrá un futbolista como él. Tenía grabada a fuego el partido ante el Sevilla desde la tremenda decepción de Roma y ya tiene más motivos para no olvidarla jamás. El líder azulgrana ha rubricado un partidazo tanto a nivel personal como grupal con un golazo a la altura de su categoría. Fuera de serie como pocos, de sus botas ha nacido la jugada que él mismo ha culminado tras juntarse con Leo Messi, su socio eterno y que tantas alegrías nos han dado, para la eternidad con el que ha conquistado ya 31 títulos. Corría el minuto 52 cuando Andrés ha combinado con el argentino antes de escurrirse entre la zaga sevillista como tantas veces ha hecho Messi con él por detrás. Messi le debe mucho al genio de Fuentealbilla. Era su día. El ‘10’ lo sabía y su pase le ha dejado solo ante Soria. Iniesta pudo fusilarle pero ha querido despedirse a lo grande. Con un gol espectacular, el 0-4, sentando al meta madrileño con una finta y marcando ya a puerta vacía. Impresionante. Es el primer gol de Iniesta en una final a partido único. Y qué gol señores. Jubiloso como nunca, ha empezado a correr señalando a Messi. Cuánto se echarán de menos ambos y nosotros a ambos. Y ha saltado antes de verse rodeado por sus compañeros. Ya volviendo al centro del campo, ha señalado a la grada. Sabía donde estaba su familia. Sus padres, José Antonio y Mari, su hermana Maribel, su esposa, Anna, y dos de sus tres hijos: Valeria y Paolo. La pequeña Siena, de 11 meses, se ha quedado en Barcelona. Todos con las lágrimas a flor de piel. Don Andrés se ha ganado levantar su sexta Copa del Rey. Quizá será la última. Pero faltará aún amarrar su novena Liga la próxima semana en Riazor. Y se irá con 32 títulos como blaugrana. Casi nada. Su enorme final de Copa ante Sevilla, para ver una vez tras otra, resume su enorme legado. Es triste saber que la próxima temporada empiece sin ti, o eso parece. Aún conservo esperanzas de que no sea así. Pero nada dura para siempre y si te toca irte, sólo queda aplaudirte y de pie, como hoy el público del Wanda. Te lo mereces capi, tu te ganastes.